Definir la situación que vive hoy la
sociedad española en general en una frase es complicado. Pero en mi
opinión “atraco a mano armada” es como poco, una de las mejores
de expresar el brutal ataque que sufrimos por parte de la burguesía. Además tienen la desfachatez de aplaudir la sentencia de muerte para miles de
jubilados, parados y niños que el pasado miércoles firmo Rajoy.
Algunos dicen que el capitalismo “esta
muriendo”, o que “agoniza”. Pues yo tengo que decir que el
capitalismo esta mas vivo que nunca y tiene mas fuerza que nunca. El
nivel de robo y de explotación al que esta sometiendo a la clase
trabajadora no tiene precedentes. En lo que respecta a la política,
el robo y la abolición de las conquistas sociales, la puesta en duda del contrato social y la desfachatez con la que llevan a cabo la
destrucción del futuro representan la hegemonía absoluta (en las
instituciones) con la que actúa nuestro enemigo. Y es que esta gente
actúa sin oposición en el ámbito político. Vale que la calle es
nuestra, pero hace falta algo más para parar este brutal ataque.
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Que esta imagen obtenga un alto grado de respaldo popular solo puede significar que la población ya no esta solo "indignada" |
Los gobiernos de la “transición”
han desmantelado de forma sistemática el tejido industrial de
nuestro país, suprimiendo nuestra autonomía y aumentando nuestra
dependencia del exterior. Poco a poco nos damos cuenta de que este
acabaremos siendo un país “de putas y camareros”. Es increíble
con que facilidad se normaliza la barbaridad que supone aplaudir la
construcción del Eurovegas con el pobre argumento de que “la
prosperidad y el empleo vendrán...”. Mientras la clase política
reduce sin pestañear reforma tras reforma el poder adquisitivo de la
clase trabajadora, las clases mas pudientes y la oligarquía
financiera se hace más y más rica.
Sin embargo, al igual que la aldea gala
de Asterix resistía los ataques del imperio romano. La minería y
los astilleros entre otros pocos colectivos que se han salvado por
ahora de las reconversiones, resisten el azote de los diferentes gobiernos del capital que
asolan nuestro país. Con estos colectivos resiste los últimos
resquicios del enemigo mas mortífero para el capitalismo; la
conciencia de clase y la organización. Siempre que la clase obrera
organizada irrumpe en escena a todos se nos ilumina la mirada. Y es
que con el paso del tiempo muchos han olvidado sus raíces. Tanta
propaganda mercantilista y liberal nos ha hecho olvidar la lucha de
clases, pero solo a los oprimidos puesto que los opresores tienen
bien claro donde hay que meter la tijera.
Que hoy en día los mineros entren en
la capital del estado español, también llamado el cortijo de
Aguirre, y la población los reciba con aplausos, vítores, con el
puño en alto y a grito de “que viva la lucha de la clase obrera”
es un salto inédito a nivel cualitativo. La “noche minera” en la
que los mineros portaban sus cascos con las luces encendidas fue un
encuentro masivo de gente, nunca antes una concentración nocturna
había reunido a tanta gente desde las manifestaciones del movimiento
15M el año pasado. Por ello muchos de los ignorantes que decían que
para unir a muchas personas había que “hacer sacrificios
ideológicos” (ocultar banderas, no utilizar terminología, no
hablar de partidos políticos, ser pacíficos...) ahora deben estar
cara a la pared chupándose el dedo porque resulta que estos “héroes”
llevan banderas, cantan himnos, no tienen tabúes políticos o sobre
el uso de la violencia, no llevan mascaras de Guy Fawkes, están
afiliados a sindicatos y algunos militan en partidos políticos. Son
la antítesis de los que organizaron el movimiento 15M. No por ocupar
menos portadas o menos minutos en el telediario son comparables,
sabiendo que el 15M era la respuesta preferida por la oligarquía (de
ahí la simpatía de los medios y los círculos pseudointelectuales).
El movimiento minero es mucho mas antiguo y ha conseguido conquistas,
es decir, sus reivindicaciones y sus luchas se han materializado de
diversas formas por la defensa del trabajo. No hay que olvidar quelas lamentables declaraciones del “grupo de medio ambiente” deacampadaSol que evidencian el carácter de clase burgués que
manifiestan (sorprendentemente ellos ni si quiera conocen que es). Y esta diferenciación fundamental entre los dos es porque un movimiento surge de la lucha por los derechos
económicos en el medio laboral y que las formas de lucha que los
mineros utilizan se encuadran dentro del movimiento obrero, que
naturalmente se sitúa a la izquierda en el espectro político en el
contexto de lucha contra el capitalismo. Mientras que el 15M es un
grito al cielo, que se expande con rapidez en la sociedad cabreada y
que dirime la premisa de que “los políticos no nos escuchan”
(sin hacer distinción alguna entre “políticos” haciéndole el
juego a la extrema derecha, puesto que el hombre no es honrado y solo
Dios todo poderoso puede gobernarnos como es debido...) ignorando que
los partidos de régimen (PPSOE) obedecen a unos intereses
antagónicos a la clase obrera. Cayendo en el error de analizar la
situación política desde una perspectiva interclasista, y sobretodo
abdicando de entrada, puesto que el movimiento no tenía intención
alguna de tomar el poder, porque “el poder corrompe” (y esas
mamarrachadas que dicen los pijoflautas).
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Épica imagen de la entrada a Madrid de la "marcha negra" |
(Ahora voy a generalizar, que nadie se
de por aludido) El “que pensara la gente”, ese pensamiento
pequeño burgués, se evaporo de nuestras mentes y pasamos de estar
“indignados” para “estar hasta los cojones”. Soy consciente
de mi triunfalismo, pero me atrevería a decir que la llegada de los
mineros, que traen su lucha a la capital y con humildad dicen “solo
queremos trabajar” (con todo lo que esto implica) supondrá un
punto de inflexión. Aquellos que señalaron a las cuencas mineras
como el siguiente sacrificio no tenían ni idea de con quien se
estaban metiendo, esto es una evidencia indiscutible de que todo lo
que hace el ejecutivo viene impuesto desde el extranjero, sin revisar
acentos ni comas. Ningún político que conozca un poco la naturaleza
de las cuencas del carbón cometería el error de enfrentarse a la
clase obrera organizada tal y como esta el patio. Lo inteligente
hubiera sido subirle el salario a los mineros y prolongar las ayudas
hasta que pase la “tormenta”. El que esta al frente del timón de
este barco es como poco un autómata chupatintas que pregunta hasta
que zapatos debe ponerse.
Los mineros nos demuestran que los
derechos se conquistan, y se defienden. También nos recuerdan que la
política es un arma que debemos empuñar si queremos defender esas
conquistas. Si tenemos miedo a hacernos responsables de nuestro
propio destino es que no estamos preparados para la democracia. ¡Hay
que tomar el congreso! (no importa como).