La agencia
Fitch, vuelve a rebajar la deuda de Grecia, mientras que el FMI dice que
Irlanda necesita mas ayuda para devolver su deuda. En España también la deuda
española vuelve a ser puesta en duda por los “mercados”, es decir que vuelve a
superar los 247 puntos básicos (el diferencial entre la deuda española y la
alemana). Si esto es una democracia, ¿por qué tenemos que hacer lo que nos
dictan los mercados? O mejor dicho, ¿porque nuestros gobiernos prefieren hacer
caso de lo que dicen los mercados y no lo que dice la población? Por ejemplo,
la reforma de las pensiones se hizo de espaldas a la población, y es sabido que
había un absoluto rechazo entre la sociedad a la medida de retrasar la edad de
jubilación a los 67 años ¿Por qué no se hizo un referéndum? La respuesta es obvia,
aun así la voy a decir; y es que nuestros gobernantes utilizan a la opinión
pública como si se tratara del viento, es decir, un velero no puede ir contra
el viento, pero si puede utilizarlo según le interese y prestando atención a su
fuerza para no ser derribado. Sin embargo no pretenden, ni les interesa ir a
favor del viento, porque el viento pretende ir a sitios donde el barco, o los
políticos, no tienen interés en pasar. De todas formas, a pesar de que los
políticos tienen mecanismos para controlar esa opinión pública, esos mecanismos
son insuficientes cuando la gente sale a la calle y se encuentra de morros con
la realidad, y eso es lo que esta pasando actualmente en España.
Hay muchos
pseudoanalistas económicos y políticos hablan en las tertulias sobre las
manifestaciones que acaecen en multitud de ciudades españolas, sobre todo
capitales de provincia, y señalan –voy a tratar de sintetizar sus posturas- “que
los manifestantes no saben lo que piden”, y que “son ellos los que tienen que
cambiar, no el sistema”. Hay una opinión muy extendida en algunos sectores (minoritarios)
de la sociedad, y todos los medios y analistas coinciden con esta idea que dice
que, la mayoría de la sociedad ha vivido por encima de sus posibilidades y por
tanto “¿por qué protestan?”. También otros analistas coinciden en que no se
puede pedir “mas democracia”, “porque lo que tenemos aquí en España, ¡ya es una
democracia!”.
¿Pero que
clase de democracia es esta, en la que el poder, formado por dos grandes
partidos, crítica y pretende prohibir que las personas salgan a la calle a
protestar por la absoluta negligencia del poder? Es obvio que el pretexto de
que estas concentraciones vulneran la libertad de los votantes es una completa
falacia. Esta claro que estas concentraciones van a perjudicar el monopolio de
los partidos mayoritarios sobre los medios de comunicación en plena campaña. Parece
ser que las personas van a estar más pendientes de que la gente se moviliza y
no necesita insultos y mentiras para poder organizarse de forma civilizada y
por ello van a olvidarse de que tienen que elegir entre Partido Popular o
Partido Socialista. Por ello, manifestarse, es un atentado a la libertad de
votar al PP o al PSOE, y no a la libertad en sí misma. De hecho, creo que puedo
asegurar que lo que entiende el poder por “libertad” esta intrínsecamente
relacionado con “votar al PP o al PSOE”. Si existe algo que pueda amenazar el
monopolio de la “partitocracia” entonces, estos factores “desestabilizadores”
se convierten automáticamente en “antisistema”, “radicales” y demás adjetivos
peyorativos que acompañan toda una serie de prejuicios y de ideas preconcebidas
que enfrentan y dividen a la sociedad.
Parece un
poco contradictorio que estos “antisistema” y “radicales”, que normalmente la
sociedad suele relacionar con violencia y delincuencia, sean capaces de organizarse
de forma ordenada y cívica; y montar asambleas, discusiones, y formar
comedores, guarderías, etc. Resulta muy fácil entender lo mucho que incomoda al
PP y al PSOE esta situación, porque le recuerda al pueblo lo que es la autentica
democracia, en vísperas de que la particular democracia que tenemos en España
pase su examen. Sobretodo porque es imposible de manipular. Los medios no
pueden mentir sobre lo que ocurre en estas concentraciones, porque toda persona
que quiera comprobar lo que sucede, solo tiene que visitar la plaza de su
pueblo. Esto supone un serio problema para el poder establecido. Normalmente,
cuando esto ocurre en lugares remotos o aislados, los medios tienden a dar una
versión de los hechos que refuerza las posturas de los partidos mayoritarios. Así
funcionaba el juego, hasta ahora.
Ahora que
estamos todos levantados y hemos decidido que esto tiene que cambiar, tenemos
que preguntarnos ¿Qué queremos cambiar y como? No podemos eludir esta pregunta,
sabemos que nada va a cambiar si no lo cambiamos nosotros mismos. Es evidente
que los que están arriba no quieren que nada cambie, porque posiblemente
tuvieran que abandonar sus puestos. Porque creo que en lo fundamental estamos
de acuerdo, y es que no necesitamos más especuladores, ni más mercados
financieros, ni más burócratas, ni más reyes, ni más corruptos, ni más ejércitos,
ni mas agencias de calificación, ni más fondos monetarios, ni más organización
mundial de comercio, ni mas Emilio Botín, etc. La lista es muy larga, pero como
estos tipos se han llevado todo nuestro dinero, ahora nadie nos da trabajo y
tenemos mucho tiempo libre para escribirla. Así que, sabemos lo que no
necesitamos, pero ¿y lo que sí necesitamos? En mi opinión, lo primero que
necesitamos es entender que no iremos a ninguna parte sin una orientación y sin
un proyecto claro y discutido. Tenemos medidas, tenemos propuestas, también
tenemos muchas ganas, pero, ¿cómo se va a materializar? Reitero que nadie nos
va a dar nada.
Manifestantes de madrid |
Para
terminar quiero que toda la sociedad española comprenda que lo que ocurra en las
próximas semanas aquí en España, va a marcar de forma importante la trayectoria
económica, política y social de nuestro país y tal vez de toda Europa. Así que,
compañeros, solo me queda decir que ¡no permitamos que el movimiento 15M se
apague, sin al menos haber conseguido algo!
Un abrazo españoles!!!
ResponderEliminarCreo, Ciro, que porque se esté en democracia una nación no tiene el derecho de “omitir” sus obligaciones financieras, si la deuda existe y es real debe ser pagada. Lo que sí un pueblo en democracia debe exigir y tener el derecho es a saber con antelación, los montos prestados, las condiciones de devolución y decidir por sí o por no al préstamo.
En lo demás estoy totalmente de acuerdo, sobre todo en lo que dices sobre: qué y cómo se debe cambiar, qué deben discutir las nuevas propuestas y cómo dirigir y transitar el nuevo camino, pues de nada servirá todo el movimiento si no se lo pone en marcha y sobre terreno firme.
En la historia reciente de Argentina (2001) luego de una profundísima crisis, y la renuncia del presidente De la Rúa se sucedieron 7 presidentes provisionales en 8 días, al cabo de los cuales toda la Argentina se alzó nuevamente a la voz de ¡¡¡¡Que se vayan TODOS!!!!! Este intento de cambio se chocó inmediatamente con una absoluta falta de creatividad, propuestas y dirección organizada, fue algo espontáneo y pasajero, y estamos donde empezamos. Tiren las cartas sobre la mesa, organícense y colaboren como lo están haciendo, redacten una carta de organización, publíquenla y sienten así las bases de lo que debe ser en realidad la democracia que buscan, cómo deberán hacer las asambleas ciudadanas, los referéndum, cómo ordenarán las acciones al presidente y los demás políticos, etc. en fin no dejen el espíritu sin aclarar las acciones. En esta instancia tienen mucho que ganar, pero también mucho más que perder, de lo contrario, corren el riesgo de ser un instrumento más de decepción y desesperanza, el mundo entero los observa.
Buena Suerte!!!!!
Un Gran saludo desde Argentina!!!!!!!
PD No cuenten con los medios televisivos y radiales (eso está claro) yo intento seguir los sucesos, pero la información es vaga, los medios dan la imagen de que todo eso es sólo una protesta pero no una propuesta.
@paroaria:
ResponderEliminarGracias por tu comentario, en verdad ahora estamos enfrascados en muchos debates ideologicos (en la acampada de mi pueblo). Pero estamos unidos ferreamente en torno a lo que queremos y como lo queremos, eso nunca se nos va de la cabeza, y tambien que tenemos que estar preparados para los ataques ineludibles de la oligarquia, para dividir el movimiento.