Los daños colaterales de la guerra sucia, la historia de José Couso se repite

Hace dos días, un ataque con mortero contra una manifestación en favor del gobierno de Bashar Al Assad, en Siria, dejaba 9 víctimas mortales, entre los que se encontraban 2 periodistas, uno de ellos era francés, Gilles Jacquier, Cámara de la cadena pública “France 2”. Parece que una vez más, los planes imperialistas de occidente se ven frustrados por la incompetencia de los mercenarios y asesinos que contratan.

El periodista asesinado por grupos violentos apoyados
por occidente y mas concretamente por Israel

Hoy, fuerzas de seguridad sirias incautaron otro alijo de armas, que evidencian la contribución de Israel en los disturbios y en la proliferación de la violencia en país. El cargamento había sido introducido en el país por grupos armados opositores al gobierno. Según las autoridades sirias, el alijo incluye bombas, fusiles automáticos y otros instrumentos democráticos manufacturados en Israel.

El año pasado siria ya denunciaba que la procedencia de los recursos militares de la oposición es Turquía e Israel, ambos países aliados regionales de la casa blanca. El año pasado en la reunión de la Liga árabe, que tuvo lugar en El Cairo el día 16 de Octubre, el embajador sirio en la liga árabe Youssef Ahmad dijo: “Son armas automáticas fabricadas en Israel”, que son utilizadas por la “oposición armada para matar a los hijos de nuestra nación”. No recuerdo si estas declaraciones llegaron a recogerse en los medios de comunicación pero sin duda no tuvieron repercusión alguna.

Hoy los medios de comunicación tienen muchas dificultades para vender el cuento de “el gobierno malo que reprime los deseos de democracia del pueblo” porque el ataque con morteros que, desgraciadamente para la causa del imperialismo, impacto a pocos metros del periodista francés hace imposible continuar con el trabajo de desinformación. Yo personalmente lo compararía con el asesinato de José Couso Permuy por parte del ejército norteamericano en plena guerra de Irak. Supone un punto de inflexión en la estrategia de Washington para ahogar al pueblo sirio en el caos y aislarlo en la comunidad internacional.

Este suceso obliga a los medios a contar parte de la verdad, es decir a admitir que “no todas las muertes en siria se deban a las acciones del gobierno”. Dicho de otra forma, el gobierno francés (un poco a disgusto) se ve obligado a pedir “que se esclarezcan los hechos”, pobres ilusos. Obviamente las conclusiones de la futura “investigación independiente” van a perjudicar gravemente el desarrollo del plan de “expansión de la primavera árabe” porque, naturalmente, un estudio objetivo del conflicto y sus causas conduce implacablemente a acusar a Israel y Estados Unidos de violar las leyes internacionales, asesinatos, trafico de armas, terrorismo, violación de los derechos humanos, torturas y un larguísimo etcétera. Por ello, al igual que en el caso de José Couso, la casa blanca utilizara sus influencias sobre Francia para silenciar a las voces criticas cuando se descubra donde se fabrico el mortero que mato al periodista francés. Habrá que ver hasta donde se deja pisar Francia por el imperio.

¿Francia exigirá responsabilidades?
Los altos cargos franceses conocen
sobradamente de donde provienen
las armas que asesinaron al cámara.

Estados Unidos y sus lacayos utilizan métodos cada vez mas agresivos e “ilegales” (la guerra sucia) contra aquellos pueblos que no quieren someterse y renunciar a su soberanía. Por ejemplo el reciente asesinato del científico y catedrático iraní, asesinado a manos del Mossad y las declaraciones de altos funcionarios de que Irán debe esperar “contratiempos misteriosos” pone de manifiesto la desbocada necesidad que tiene el imperialismo de hacerse inmediatamente con el control absoluto de Asia para que China así no pueda cuestionar su estatus de potencia mundial.