Yorgos Papandreu, y sus homólogos, todos trabajando para proteger la integridad de los acreedores de la deuda privada griega. |
Los líderes políticos de toda Europa se lanzan con cuchillos afilados a la espalda de Yorgos... pobre Yorgos, el es la victima (...). La mayoría de los medios conservadores -y los no tan conservadores- recogen en sus portadas y editoriales duras críticas al gobierno griego por, según dicen “alimentar la desconfianza”. Muchos otros medios informativos alternativos critican a su vez estas posturas antidemocráticas, y no les falta razón, el pueblo griego debe decidir sobre su futuro.
Sin embargo, pienso que muchos están perdiendo de vista la hábil estrategia de los poderes económicos y políticos influyentes sobre el ejecutivo griego. Porque no debemos olvidar, que hasta ahora por lo menos, el gobierno griego esta completamente intervenido por los intereses de sus acreedores, en forma de instituciones europeas y el Fondo Monetario Internacional. ¿Porque pensar ahora que Papandreu a tomado esa trascendental decisión por su propia voluntad? Es mas, el primer ministro dijo que “La democracia esta por encima del apetito de los mercados” (…) ¿a nadie le pega pinchazos la cabeza?
Es difícil saber realmente que significa este suceso. Lo que es obvio es que esto no es un deliberado ataque de patriotismo del líder del PASOK, ni un ataque de insumisión o rebeldía ante “los ricos malos derechistas que gobiernan Europa en la sombra” (es la forma que tiene la socialdemocracia de explicar este tipo de cosas).
Yorgos Papandreu ha seguido paso a paso los designios de los banqueros, oligarcas, grandes empresarios... etc. Los medios los llaman “Mercados”. ¿Como es posible que a estas alturas, cuando la situación de la economía es crítica y el país es tan vulnerable, Papandreu decida preguntar a los ciudadanos? Es una estrategia para que el peso político de la catastrofe recaiga sobre los ciudadanos. Esto es una criminalización de la democracia en si misma. Las casualidades no existen. Los oligarcas europeos han decidido que es el momento de tirar a Grecia por la borda ahora que ya no les sirve, ya no es rentable mantenerla al borde del colapso, así que es mejor utilizar a la opinión publica naturalmente radicalizada para hacerla responsable de la salida de la Unión Europea y el colapso económico. En definitiva, los oligarcas europeos respetan la opinión publica, tanto como un marinero respeta el viento. Lo utiliza en función de sus intereses, pero no puede ir decididamente en su contra.
Un barco ante la fuerza del viento es menos insignificante que un banquero ante millones de personas. Sin embargo no es tan sencillo. Compensan su inferioridad numérica con la enorme influencia que tienen en nuestra vida a través de los medios de comunicación e instituciones. Están muy bien organizados, desgraciadamente, obvio que nosotros no podemos decir lo mismo.
Esta decisión del gobierno griego tiene un precedente, y el suceso que tiene todas las papeletas para ser la causa del ataque de democracia de Papandreu es este. Los bancos Alemanes se han deshecho del 50% de la deuda griega, ¿no es casualidad que precisamente cuando los bancos alemanes se quitan de encima el problema de la deuda, resulta que se aprueba una quita del 50% del total de la deuda y el gobierno tan antidemocrático, decide preguntar al pueblo? Después de año y medio de exprimir a los ciudadanos con medidas destructivas, a sabiendas de que seria imposible de que Grecia pudiera cumplir con los objetivos marcados por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, se decide hacer lo que se tendría que haber hecho en el inicio de la crisis.
Si las instituciones europeas y el FMI de verdad quisieran que Grecia saliera adelante, obviamente las medidas a tomar hubieran sido muy distintas. Pero claro, el objetivo de estas instituciones era blindar los intereses de los acreedores, y además, saquear al pueblo griego.
La idea de preguntar a los ciudadanos, como dice Galeano: "la salsa con la que prefieren ser cocinados" no tiene otro objetivo en la practica que desorientar a las masas. Es sabido que la población se negara a aplicar las medidas de ajuste y por tanto se recriminara a las masas la quiebra del estado. Instrumentalizar la soberanía de un pueblo es un insulto contra la moralidad y la ética. Y todo esto después de que los especuladores, los bancos y el capital extranjero (que obtuvieron en bandeja de plata las competencias de un estado) hicieran el mayor negocio de su historia.
Grecia, o sale del euro, o es expulsada. No hay vuelta atrás. Y como es normal, el capitalismo quiere culpar de su fracaso a la población. La Unión Europea quiere dar lecciones de libertad, democracia y derechos humanos. Pero evita las vías democráticas y deja que los profesionales del robo y la mafia del crimen redacten las constituciones de los países, corrijan las decisiones de los parlamentos y luego se burlen de nosotros. Parece inconcebible que un sistema así pueda sostenerse.
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