"La información ha sido siempre un arma de poder. Controlar la información es controlar lo que la gente conoce y, por lo tanto, condicionar su visión de la realidad y, con ella, sus acciones"

viernes, 22 de julio de 2011

Vamos a vencer, a pesar de lo que diga The Economist


La portavocia de la oligarquía europea “The economista” dice que los manifestantes del 15M son “los mas serios” porque según el diario están presionando a la clase política, y por tanto las propuestas de Rubalcaba representan un triunfo para el movimiento (…). Que el diario burgués ultraliberal aplauda a los manifestantes del 15M no es más que la evidencia de que la oligarquía europea aprueba la dirección moderada que ha tomado el 15M, a pesar de la violencia y la prepotencia con la que el poder económico y político arremete contra las clases populares exprimiendo sus rentas en nombre de la estabilidad financiera.

El pokemon Rubalcaba y sus 3 ataques
Y es que el hecho de que el reciente designado como candidato socialista a las elecciones generales de octubre o noviembre, Alfredo Pérez Ru G.A.L. caba, proclame que “hay que subir los impuestos a la banca para crear empleo”, y que “aquellos que se han beneficiado de esta situación (de crisis) ahora tendrán que arrimar el hombro”. Y que automáticamente toda la prensa señale que esto se debe a la presión del 15M no es más que una hábil jugada para distraer y confundir al pueblo. Esta jugada también va en la dirección de intentar resucitar el bipartidismo. Desde que el PSOE fuera literalmente borrado del mapa electoral el 22 de mayo parece ser que todos los movimientos de la oligarquía van en la dirección de recuperar ese bipartidismo tan reñido de hace unos años que le daba legitimidad a esta para actuar según su voluntad sin preocuparse de ocupar los medios masivamente con explicaciones y excusas para calmar al pueblo.

Quien ignore el grado de hermandad y de simbiosis que existe entre el poder político y el poder económico no será capaz de comprender los mensajes encriptadas que llegan desde la prensa. Como una herramienta más que actúa según las necesidades de sus amos, la prensa masifica el mensaje de elogio a los “indignados” por haber conseguido (nada) que los políticos incluyan sus propuestas en sus programas y que les escuchen.

Por otra parte los medios invitan de forma sutil a los indignados a abandonar su legítima lucha y dejar que “las herramientas democráticas (burguesas)” decidan el futuro del país. Al igual que en las revueltas de Túnez y Egipto, los medios nos decían que “Una vez derrocados los tiranos (la cara visible del poder), los manifestantes se encuentran divididos en dos grupos, uno de ellos quiere continuar las revueltas y seguir profundizando en la destrucción del poder burgués mientras que el otro es partidario de dejar que el gobierno residual lleve a cabo una transición hacia la democracia”. Es decir, una parte de la población, no veía la necesidad de que el pueblo tomara el poder y elimine los restos del antiguo orden. Hay quien no sabe que el mundo se divide en clases sociales, y por tanto no ve la necesidad de destruir el poder que ejerce la clase opresora. Esta es una de las enseñanzas fundamentales del marxismo. Por supuesto el poder oligárquico conoce mejor que nadie esa enseñanza y por ello intenta suprimirlo de la mente los oprimidos que se han levantado, y cuando una facción avanzada del pueblo intenta destruir ese orden, el poder divide y enfrenta al pueblo. Arroja los unos contra los otros en nombre del “orden”, su orden al fin y al cabo. Un orden que sirve a los opresores y no a los oprimidos.

Parece que la oligarquía europea quiere convencernos de que ya hemos realizado ese cambio que estamos demandando. Las palabras estériles de Rubalcaba que son ovacionadas por el rebaño de borregos que militan en el partido socialista son ese cambio para “The Economist”. Por lo que se deduce que ahora que el diario ultraliberal estará invitando a los indignados que voten a Rubalcaba por “revolucionario” y de esa forma apuntalar el bipartidismo más reaccionario en España.
Debemos confiar en este payaso hipócrita por haber dicho algo que mucha gente quería oír, olvidando que estuvo en varios gobiernos que han destruido sistemáticamente el mal llamado “estado del bienestar”, que ha eliminado impuestos a las rentas más altas, y que ha utilizado el terrorismo de estado y los asesinatos para acabar con sus enemigos políticos entre muchas otras burradas, y que dijo en su presentación como candidato que esta “orgulloso de ser socialista” (…). Si el partido socialista sale del agujero político que Obama y Merkel le han ordenado cavar será gracias a la ignorancia de los españoles. Solo falta que para las elecciones generales, los medios preparen el marketing más rancio y más insultante como si se tratase de un mesías divino al igual que las elecciones norteamericanas con Obama. Permaneceremos preparados para cualquier idea retorcida que se le ocurra a la oligarquía para reflotar su poder bicéfalo.

Por desgracia el idealismo de unos pocos puede ser la perdición de muchos, el movimiento 15M tiene mucho que aprender y en muy poco tiempo. La poca riqueza política y analítica del movimiento empobrece su determinación. La utilización del termino “indignados”, y que los mismos integrantes se identifiquen con este dice mucho del 15M, a fin de cuentas son personas que se sienten abandonados por el sistema, y por ello están indignados, pero a partir de ahí nos quedamos cortos. El movimiento no es revolucionario, porque no pretende tomar el poder. Solo pretende que los políticos “sean buenos” y no malos como hasta ahora.

La lectura que hace el pueblo desinformado y sin conciencia política de la situación económica política y social en el mundo es que los políticos hacen caso a las multinacionales y no a los ciudadanos. Por ello, hay que presionarles. Cuando resulta que la realidad no es tan sencilla, todo lo contrario. Comprender la realidad exige mucho tiempo y mucha información. La existencia de la lucha de clases implica que cada clase social tiene que organizarse en la consecución de objetivos políticos, que es lo mismo que organizarse en un partido político, porque no vale presionar o demandar medidas determinadas o una mejor gestión a nuestros opresores, la solución es la conquista del poder.

El evangelio del
"progresismo ilustrado"
El tremendo error que supone creer que mediante el activismo pacifista, la recogida de firmas y la desobediencia civil, sin ningún contenido político van a traer una verdadera democracia o un “gobierno del pueblo” es tan absurdo como decir que el poder se va a dejar estrangular sin oponer resistencia, la historia nos ha enseñado que esto no es así. Sin embargo parece que Ignacio Escolar, Stéphane Hessel y los demás ideólogos de este “neoprogresismo ilustrado” que alimentan el 15M pretenden contradecir las resoluciones científicas del marxismo y ralentizar el avance implacable de la historia y sus procesos.

La revolución esta a nuestro alcance, la acariciamos sin darnos cuenta. Este domingo la oligarquía observara desde la tribuna una vez más de la "sed de cambio" que tienen los españoles, y no me refiero a ese cambio al que se refiere González Pons. Pero esa voluntad de cambio es infructuosa sin las herramientas políticas necesarias. Los comunistas sabemos que esto es así, no obstante acudiremos a las manifestaciones y continuaremos nuestro trabajo, señalando el blanco y planificando su destrucción, es decir organizando la revolución.  

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