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viernes, 17 de junio de 2011

El bipartidismo se estrella contra el suelo ¿ahora que, Merkel?



No viene ninguna derecha, lo que viene es el FMI
El 22 de mayo fue patente el “batacazo” del PSOE, esto junto con la incapacidad del PP de superar los 9 millones de votos (8.474.031). El proyecto de la oligarquía esta perdiendo su base, que es el control de la política por medio de los partidos mayoritarios, ya que estos se muestran incapaces de ganarse la confianza de los votantes. El rechazo de la ciudadanía crece sin pausa, dado que esta partitocracia ha entrado en un punto de inflexión, en el que no es capaz de mantener unas expectativas mínimas de soberanía popular al mismo tiempo que satisface el hambre depredadora de los grandes poderes económicos. Conforme la oligarquía aumenta sus necesidades, estrecha el cerco y las clases bajas son exprimidas con mayor fuerza. Los partidos políticos mayoritarios, como herramientas de esta clase dominante, no son capaces de generar un pretexto que justifique semejante situación. Y esta es la causa por la que la mayoría de los jóvenes (y no tan jóvenes) de toda España han salido a la calle en busca de respuestas a la actual situación.

La situación económica inducida desde los grandes centros de poder, ha generado una crisis política que, de seguir la misma progresión, supondrá la generación de un clima de opinión por parte de la población acerca del propio sistema político en España, y esto supone una amenaza importante para el gobierno de la oligarquía nacional y, por ende, la oligarquía europea.

La clase política, como portavoces de la oligarquía, y la misma oligarquía reitera la necesidad de “liquidar el calendario de reformas”, como la de las pensiones, la laboral, la del sistema financiero (cajas), entre otras. Según ellos, estas reformas van a sentar las bases de un crecimiento sólido y sostenido, pero la realidad es radicalmente opuesta, el objetivo de estas reformas es que el contribuyente ponga de su bolsillo el dinero que la banca española debe a sus acreedores, es decir la “reducción del déficit”. Este dato cada vez es mas conocido por el conjunto de la sociedad generando un amplio escepticismo hacia esta –como bien reflejan las encuestas-, y esto destruye por completo los argumentos de la clase política subordinada a la oligarquía. Para la oligarquía es un serio problema, por ello insisten en que se tienen que acometer “con diligencia y urgencia”.

Los actores políticos, Zapatero, Rajoy, entre otros están dispuestos a aplicar estas políticas a pesar del suicidio político que suponen. No les importa el coste, nunca les importo lo más mínimo ir de espaldas al pueblo y llamarse demócratas. Por ello, aquellos que pueden sentir las cadenas son conscientes de que en el sistema capitalista, los periodos “democráticos” se emparejan sistemáticamente con periodos “dictatoriales”. Ya que son útiles cuando la oligarquía así lo ve conveniente. Para ellos, siempre que el pueblo se encuentre “gobernable” es más conveniente disfrazar su poder de “democrático”. Por eso Durao Barroso dijo que las políticas neoliberales se aplicarían “por activa o por pasiva”, en referencia al método de la “bota militar”. El capitalismo cava incesantemente la tumba de la democracia burguesa, mientras desentierra al fascismo, y viceversa.

Es muy probable que Ángela Merkel ordene a zapatero que convoque elecciones anticipadas, para que el Partido Popular asuma parte del coste político que las reformas antipopulares van a provocar en vista de la ventaja que ha conseguido frente al Partido Socialista Obrero Español. Esta posibilidad es muy real, ya que el lunes los dos principales diarios, otra herramienta en manos de la oligarquía, apuntaron que en noviembre podría producirse. Al mismo tiempo, los mensajes desde representantes del mundo económico y político coinciden en que “el interés nacional debe anteponerse al interés partidista”, es decir, las reformas tienen que hacerse, y a la oligarquía le da igual quien las ejecute aunque, para ellos, desde un punto de vista estratégico seria preferible que este ejecutor fuera el Partido Popular. Para que el equilibrio de fuerzas burguesas, no quiebre. Porque si el PSOE sigue en el poder y acomete todo el paquete de reformas, no le votaran ni sus propias bases. Y por tanto seguirá hundiéndose, y el bipartidismo caerá con el.

"Grecia arde"
En vista de los recientes hechos en Grecia, esta teoría toma mas fuerza. El primer ministro heleno Georgios Papandreu, ha propuesto presentar su dimisión para formar un gobierno de unidad nacional a cambio de que se lleve a cabo el paquete de ajuste del Fondo Monetario Internacional. Esta decisión evidentemente no la ha tomado el primer ministro por su propio pie, es una ordenanza desde las esferas europeas, en vista del amplio rechazo de la población. Esto es el penúltimo recurso que tiene la oligarquía para imponer sus planes, que consiste en unir a todos los actores políticos para que unifiquen sus objetivos en detrimento del interés general. El poder se quita la mascara desvelando su naturaleza dictatorial y esta es la antesala del fascismo. Las respectivas oligarquías nacionales europeas están, a su vez, subordinadas al dictado de la Unión Europea, es decir Alemania y Francia.

Sin embargo el principal partido de la oposición griega, no acepta la cabeza de Papandreu y, es más, quiere renegociar el rescate, desafiando así a la todopoderosa oligarquía centroeuropea. Mientras el país afronta la tercera huelga general en lo que va de año, además de las concentraciones de los “indignados” griegos. La crisis griega no va a tener un final sin que el mar egeo se tiña de rojo.

Ofrece su cabeza a la oposición, por los bancos alemanes


El estado español, al igual que Grecia, Portugal e Irlanda. Afronta el mismo tipo de crisis inducida. En primer lugar económica, después social y por último política. Grecia es un caso avanzado y también de forma mas profunda. El caso de España es el mismo, no ha sido rescatada porque la suma del montante para el rescate Español hubiera supuesto una quiebra virtual para las cuentas del Euro. Sin embargo los recortes y ajustes se están haciendo a golpe de teléfono y de visitas de la “suegra” Merkel. Además, el “rescate” se realizo con la inyección de más de 50.000 millones (oficialmente) de euros de dinero publico a los bancos. Así que en realidad, estamos en la misma situación que Grecia, simplemente en su caso particular la “enfermedad” es más avanzada, en el caso de España, solo esta en gestación. Por decirlo de otra forma, “lo peor esta por llegar”. España no puede entrar en quiebra o, mejor dicho, no debe. El volumen de la economía española es mas grande que Irlanda, Portugal y Grecia juntos, y la oligarquía europea lo sabe. La quiebra del estado español supone la muerte del proyecto oligárquico de la burocracia europea. Por eso ejercen un control tan estricto sobre la clase política española, porque quieren que sus mandatos sean ejecutados al pie de la letra, sin variar ni un ápice.

Son tantos los intereses de la oligarquía europea en el estado español que no dudaran en tomar las medidas que sean necesarias para que el paquete de reformas y la gobernanza económica se cumpla a rajatabla. Es por esto que el adelanto electoral es muy posible, en vista de la sangría política que supone para el poder ejecutivo aplicar la agenda europea. Por ello, si el Partido Popular asumiera parte del coste político que suponen las reformas, la balanza del bipartidismo podría aguantar un tiempo aun mayor, siempre y cuando, el pueblo no se remueva lo suficiente como para amenazar la agenda de Merkel. En ese caso saldrían los tanques a la calle.

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