"La información ha sido siempre un arma de poder. Controlar la información es controlar lo que la gente conoce y, por lo tanto, condicionar su visión de la realidad y, con ella, sus acciones"

lunes, 7 de noviembre de 2011

Las elecciones y los comunistas


El día 4 de noviembre empezó la campaña electoral. Este periodo de tiempo despierta muchas sensaciones. Una gran parte de la sociedad lo entiende como el momento en el que surrealismo y la hipocresía se adueñan de la escena; porque aquellos que nos han inducido esta situación dramática que vivimos, pretenden ahora convencernos que ellos no han tenido nada que ver y que necesitan otros cuatro años más para poder arreglar el estropicio que ellos mismos han causado a conciencia. Bien, pues esta opinión no esta muy alejada de la realidad.

Algún analista afín a la linea política dominante, que suele frecuentar las tertulias en los medios, podría decir que “es muy difícil explicarle a la gente lo que hay que hacer”. En pocas palabras nos diría que el descontento y divorcio de las masas con los partidos mayoritarios viene de la ignorancia y el desconocimiento de las masas sobre la economía y la situación que atraviesa nuestro país. Esta afirmación es completamente falsa, porque hasta los premios Nobel en economía critican la gestión de nuestros lideres.

Este divorcio entre población y partidos mayoritarios viene de una enorme contradicción entre los argumentos de los políticos y la verdad. Este descontento viene porque la población, observa la realidad objetiva y ve en ella que los grandes beneficiados de la gestión de los políticos son las grandes empresas y los bancos, mientras que los mas perjudicados son las clases medias y bajas. Por tanto, llamar a esto “ignorancia” es un insulto a la inteligencia. Rubalcaba, Rajoy, Zapatero, Joan Rosell, Emilio Botin, Nicolas Sarkozy, Angela Merkel, Silvio Berlusconi, Barak Obama y los demás actores de este espectáculo, no están a nuestro servicio, su misión no es servir a la ciudadanía, su misión es gestionar la economía en beneficio de las grandes empresas y los bancos. Esto parece ser que todos lo sabemos ¿y si es así, a que estamos esperando?

Estos actores juegan su papel y siguen el guión al pie de la letra como si de una tragicomedia se tratase. Esto se demuestra porque cuando abren la boca tenemos que hacer un esfuerzo para tratar de entender lo que están diciendo, y no porque seamos unos “paletos”, sino porque nos hablan de un mundo que difiere de la realidad. Nos explican que existen deidades llamadas “mercados” a los que tenemos que obedecer y contentar sacrificando nuestros derechos, salario y futuro. En esta realidad abstracta los dioses se ponen nerviosos y desatan su ira cuando el pueblo, legítimamente, quiere expresar su parecer en temas tan relevantes como su propio futuro, esto se ha podido ver cuando el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, anuncio que tenia intención de someter a referéndum la aprobación del contrato de esclavitud que llaman “rescate”. Poco después, los fundamentalistas del libre mercado, los políticos y toda la prensa -incluso la que se declara de izquierdas- se lanzo en cruzada santa para descalificar y atacar esa decisión. Parandreu no tardo en morderse la lengua.

Nos llaman idiotas por negarnos a asumir las reglas, sus reglas de juego. Pero no nos damos cuenta de que la mayoría de su poder reside en nuestro inmovilismo y en nuestro consentimiento. Aunque eso no lo es todo, también ellos, a pesar de ser pocos, están muy bien organizados. Tienen bajo su control las herramientas que condicionan la sociedad en todos sus niveles, como las empresas, los bancos, el estados, la prensa, el ejército, etc. Mientras que en cambio nosotros lo único que tenemos son nuestras casas y poco mas, y algunos ya han sido despojados de todas sus posesiones, incluida la vivienda.

Vivimos en una forma de totalitarismo mercantil, lo queramos ver o no. Nos guste o no hay que cambiarlo. Porque de lo contrario, el sistema acabara por empujar a todas las naciones al colapso o hacia la guerra por el control de los recursos naturales, que devoramos sin control ni criterio. Es una necesidad vital, porque a corto plazo están en juego nuestros derechos, nuestro bienestar, nuestro futuro mas inmediato y el de nuestros hijos. Pero a largo plazo esta en juego la supervivencia de todo lo que habita en este diminuto planeta que flota en medio de la nada. Nadie nos va a salvar mas que nosotros mismos. Y es obvio que para salvarnos de la barbarie debemos abandonar este modelo depredador y estéril.

Pero no tenemos que tener miedo al futuro si consecuentemente afrontamos el desafío. Porque nosotros somos la fuente de nuestros problemas, pero a la vez somos la fuente de soluciones. Nosotros podemos decidir. Tenemos los recursos y la voluntad necesaria para hacerlo. Y nada puede detenernos. No hay obstáculo ni fuerza capaz de detener esta ola de cambio que ya empieza a asomarse por todas las partes del globo.

Este movimiento, naturalmente. necesita una orientación política, porque si nuestros adversarios han transformado todos los aspectos de nuestra sociedad es porque se han hecho con el poder. Ellos tenían las herramientas políticas para llevar a cabo para llevar a cabo esa transformación y tampoco había organizada una fuerza política que ejerciera una oposición a esa degeneración de la sociedad humana. El sistema capitalista no permite disidencias, mediante artimañas y trucos, nos han relegado al olvido. Pero ya es hora de dar un golpe sobre la mesa.

Los partidos mayoritarios ni quieren ni pueden llevar a cabo ese necesario cambio, no nos equivoquemos, ellos son cómplices y vasallos de esta oligarquía. Solo hay que echar un vistazo a las propuestas de Rubalcaba y Rajoy. No solo conducen a la aniquilación de los restos del tibio “estado del bienestar”, sino que además conducen a la mas absoluta sumisión a estos centros de poder totalitarios. Los “mercados” quieren devorar esas sobras que quedan encima de la mesa. Tenemos que impedirlo si de verdad nos consideramos, como mínimo, progresistas.

La situación requiere analizar la coyuntura sobre la que se desarrolla este circo macabro. ¿Que debemos hacer los progresistas para defender verdaderamente el bienestar de nuestra sociedad? Evidentemente no confiar en Rubalcaba, ni mucho menos en Rajoy, porque son marionetas de los poderes económicos. Y si después de esto queremos avanzar mas aun en la reconquista de derechos, empezar a transformar nuestra sociedad y deshacernos de esta “dictadura” rancia tenemos que dar un paso adelante.

Al igual que nuestros enemigos, tenemos que construir una fuerza constituida por el pueblo que de verdad le ponga difícil las cosas a estos “dioses mercantiles” y que les arrebate el poder, y ponga la democracia al servicio de los ciudadanos, como no podía ser de otra forma. La izquierda tiene que recuperar su legitimo lugar en la escena política. Y para ello cada uno de nosotros tenemos que tomar parte en esta lucha, nuestra lucha.

La democracia no se debe manifestar cada cuatro años. Queremos concienciar a todas las personas a las que les llegue este mensaje de que es necesaria nuestra organización si de verdad queremos defender nuestros intereses frente los ataques del capitalismo. Hacemos un llamamiento al conjunto de la sociedad para que vote y además se organice en un partido de clase y revolucionario. La organización es fundamental para defender nuestro futuro. ¡Nosotros tenemos derecho a decidir!

1 comentario:

  1. El mero hecho de que encorseten a la "democracia" cada cuatro años es la mayor representación de que no existe tal democracia. La democracia es cotidiana, universal, desde la casa a la fabrica, desde el colegio al barrio, y por supuesto las Asambleas ciudadanas).

    Un saludo

    JL Forneo

    ResponderEliminar