Los
movimientos revolucionarios que han ocurrido a lo largo de la historia, su
triunfo o fracaso ha ido determinado por la batalla ideológica entre los precursores
en el seno del movimiento, y las masas que lo apoyan. Por eso es muy importante
la divulgación y comprensión de esta batalla política y sus peligros; bien para
la propia autocrítica o bien para la acumulación de experiencias en este tipo
de movimientos.
En el caso particular del movimiento “15M”,
consensuado como apartidista y estructurado como asambleario. Las asambleas son
la fuente de la línea política y de las ideas; así como el máximo órgano
decisor. La asamblea decide que camino se sigue en función de que alternativas
se exponen en la misma. Los precursores tienen un papel importantísimo y una
gran responsabilidad, porque de ellos nace la mayor parte de la iniciativa en
las asambleas y son los que, por así decirlo, inician los debates con sus
respectivas ponencias e introducciones. Para recapitular hasta este punto,
podemos decir que la asamblea, mayoritariamente es formada por las masas, que
son personas que acuden regularmente a las asambleas para aportar opiniones, y
en conjunto forman el poder ejecutivo. Los precursores son personas, que
inicialmente formaban de las masas, pero deciden voluntariamente elevar su
grado de implicación y responsabilidad en el movimiento 15M, y por tanto su
trabajo particular influye en mayor medida sobre la asamblea que cualquier otro
individuo que forma la masa de la asamblea en sí, pero solo a escala
particular. Por tanto, existe una diferenciación clara entre estos dos grupos
que componen el movimiento 15M.
El asamblearismo reúne una serie contradicciones y en determinados casos pueden debilitar la unidad popular. |
Por ello un
punto inevitable es el enfrentamiento implícito entre los dos grupos; masas y
precursores. Los ciudadanos que deciden implicarse a un nivel superior, pueden
y por tanto quieren, aun de forma inconsciente, influir sobre las asambleas a
través de la información expuesta en las ponencias iniciales, o bien utilizando
su posición “privilegiada” dentro del grupo precursor para tomar decisiones que
luego conducen inevitablemente a la masa en una dirección o en otra en función
del desarrollo de la asamblea misma, y también poco a poco al familiarizarse
con la acción de intervenir en público, disponen de un poder de síntesis y de
elocuencia mayor que los individuos que componen la masa de las asambleas. La
diferenciación es clara, existe un grupo con mayor poder. Pero esto no tiene
porque ser un motivo de división, pero si es un motivo de lucha ideológica. Por
ello, la gran cuestión de este movimiento y lo que va a determinar su triunfo
es si esta lucha ideológica trabaja por la unidad o por la división.
Voy a
definir a continuación que significa trabajar por la unidad y lo que antagónicamente
trabaja por la división. Y por tanto, voy a enunciar que posturas favorecen el
naufragio del movimiento 15M, y otras bien distintas, que trabajan por la
unidad y la fuerza de este movimiento (lo que voy a escribir ahora se basa en
experiencias propias en el seno de la acampada de “democracia real ya” en la
ciudad de Alcoy, y también me baso en mis posiciones, evidentemente es mi visión
personal, aunque voy a intentar ser lo más imparcial y objetivo posible).
Es verdad
que todos los que formamos y nutrimos el movimiento 15M buscamos un mismo fin,
y es que el pueblo sea soberano de forma radical. Es decir, que el pueblo trate
y decida sobre sus asuntos, que conozca de forma transparente el desarrollo de
las fuerzas de trabajo, la riqueza producida, las necesidades conjuntas de las
diferentes áreas que componen la sociedad y aplique su voluntad por medio de
asambleas populares. No obstante cada uno de nosotros, individualmente, cree
que para llegar a este fin son necesarios unos medios determinados. Y estos
medios en muchos casos, son opuestos a los que otro individuo piense. En
diferentes palabras, cada uno de los que componen en movimiento tiene una
ideología propia, diferente en mayor o menor medida del resto del grupo. A
pesar de querer todos lo mismo, cada uno imagina un camino diferente para
llegar al mismo destino.
Por ello,
este hecho de discordancia ideológica particular, unido a la situación de pugna
entre las masas y los precursores descrita anteriormente, es en sí el mayor
problema al que se enfrenta el movimiento 15M, y posiblemente es la causa principal
del colapso de los movimientos populares y asamblearios que se han desarrollado
a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y hasta nuestros días. El enemigo más
peligroso de estos movimientos, somos nosotros mismos, como individuos, que
pretendemos conducir a las masas donde nos interesa de forma egoísta sin
pensar. Además el mantener esta dinámica de forma reiterada, a efectos prácticos
nos transforma en el enemigo más peligroso del movimiento.
Por ello,
creo que todos los que formamos la estructura de este gigantesco movimiento que
pretende cambiar la realidad social en el estado español, y que sirve como referencia
revolucionaria en el mundo, deberíamos hacernos responsables de que esta
situación de pugna y discordancia ideológica no carcoma la estructura del
movimiento.
Y esto se
consigue haciendo un esfuerzo colectivo e individual, que consiste en fortalecer
la unión rechazando disputas ideológicas superfluas e improductivas en las
asambleas populares y en el corazón de las acampadas. El movimiento tiene que
concentrarse en acumular un apoyo masivo, y esto solo se puede conseguir buscando
el mayor consenso posible en una, dos o incluso tres medidas o puntos concretos
que puedan abrir una brecha en el poder oligárquico. Unir a todo el pueblo para
coordinar un golpe tan potente que destruya el pilar fundamental en el que se
sustenta el poder político en el estado español; y este pilar es, por ejemplo, la
ley electoral. Porque al margen de nuestras diferencias ideológicas, todos
tenemos el mismo enemigo y el mismo fin, que es terminar con la oligarquía.
Si nos
enfrascamos en elaborar decenas de propuestas, y debatir sobre temas, que a
pesar de ser muy interesantes, son improductivos a escala inmediata; todo esto,
junto con los problemas estructurales descritos anteriormente inherentes al
asamblearismo, son el reflejo de la discordia, la división y la derrota.
Podemos conseguir todo lo que nos propongamos, pero primero tenemos que proponérnoslo |
Si por el
contrario el movimiento 15M concentra todas sus fuerzas de masas en conquistar la
ley electoral, ganaremos la primera batalla, y esta victoria resultara ser el
punto de inflexión que, nos llevara implacablemente a ganar la guerra. De forma
análoga supondrá la primera página escrita de esta nueva historia, que la
escribirán los pueblos. Es decir, Nosotros.
¡¡Opina sobre el 15M!!
ResponderEliminarEstamos realizando una encuesta, evidentemente sin ánimo de lucro, para observar cómo se ha producido el 15M, cuales son las opiniones predominantes, etc. Una vez analizados los resultados, los publicaremos online para que los pueda consultar quien quiera. Tanto si estás de acuerdo con las protestas como si no, hayas participado o no… ¡¡Da tu opinión!!
Puedes hacerlo a través de este enlace:
http://www.surveygizmo.com/s3/553194/Estudio-15Mayo
El mayor enemigo del 15-M es la astucia, la cultura, la información veraz y la sensatez.
ResponderEliminarSe habla ya de próxima "Revolución Mundial" (casi en plan trotskista, vamos), lo cual indica a las claras que la globalización neoliberal e imperialista se pone su careta más amable para ver materializadas sus aviesas intenciones.
Nuestra mejor arma defensiva en estos momentos es la desconfianza, la suspicacia. Hay que estar en guardia e interrumpir cuanto antes tanto canto de sirena; o tanto sonido de flauta de Hamelin para no caer en tropel, como ratas, por la cascada que nos ahogará.
¡Salud!
Estoy de acuerdo contigo en que será mucho más fácil ponernos de acuerdo en dos o tres puntos, ideas, objetivos e ir a por ellos a saco que intentar encontrar consenso en temas como educación, feminismo, etc, que han sido los de los últimos días. Pero yo creo que ambas cosas se pueden compaginar. Es el momento de criticarlo todo, de intentar cambiarlo todo, de ver lo que quiere la gente, y aunque no se llegue a un acuerdo grande, dentro de cada tema se puede ver que hay cosas que quiere todo el mundo, y esas tienen que quedar claras para que en el momento se consiga el principal objetivo de la ley electoral, esas otras ideas y objetivos encontrados en las asambleas como la educación laica 100%, o igualdad entre hombre y mujer en la práctica le sigan y no se queden en la plaza. Y esto hay que hacerlo de forma inteligente, porque también estas pequeñas asambleas y discusiones pueden llevar a la división.
ResponderEliminarTambién decir que sigais como hasta ahora en la acampada, que cualquiera que llegue se pueda implicar todo lo que quiera, dependiendo de sus posibilidades y sin ninguna restricción. Creo que ahí está otra gran clave.
Principalmente lo que tu dices, permanecer unidos, alrededor de ese gran objetivo, pero sin perder de vista esas otras 'pequeñas' cosas, sin dejar que nos dividan pero sin dejarlas de lado, porque esas pequeñas cosas son las que al final importan de verdad.
Y eso.
Un saludo ! Bueno post este ;)
Una de millones tiene un despiste impresionante.
ResponderEliminarUNIDAD!
ResponderEliminarnada es gratis,pero el fin justifica los medios,en haras del bien comun y el objetivo es democracia real ya,la mitad vive del sudor de la otra mitad.El 15-M es apartdista por lo tanto no existe afinidad con el sistema actual,la abolicion de este sistema es prioritario,no os dejeis convencer con falsas expectativas,teneis mas para ganar que perder.Huelga general ya por tiempo indeterminado para que se acaben las largas y conducid el pais que va sin timon.
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