Pasan las semanas y Libia sigue en situación de descontrol,
los rebeldes se organizan para defender sus posturas en Bengasi y alrededores,
sobre todo al este del país, en la franja costera. Mientras el ejército libio
sigue avanzando, la victoria del pueblo leal a Gaddafi es inminente, siempre y
cuando los rebeldes no reciban apoyo extranjero.
1.300 nuevos efectivos en la base griega. |
EE.UU. ha movilizado 1.300 marines más en las bases que
tiene en Grecia, y multitud de buques de guerra están ya en las costas de
Libia, parece ser que Estados Unidos no va a desperdiciar la oportunidad de
derrocar al líder libio, que nacionalizo las reservas de petróleo y expulso las
bases Estadounidenses del territorio libio. Por ello están buscando
continuamente un pretexto para intervenir militarmente a través de la OTAN o la
ONU.
Sin embargo, lejos de las aspiraciones de los opositores a
Gaddafi, el pueblo libio se opone radicalmente a una intervención occidental en
la región. Conocen perfectamente Irak y Afganistán, saben de sobra que las
intenciones de occidente son mercantiles y no humanitarias. Pero parece ser que
a las potencias occidentales poco les importa lo que opinen los libios, les
interesa mas lo que pensemos nosotros y por ello nos machacan todos los días
con información manipulada y con versiones a medias, para fomentar la idea de
la urgente necesidad que tienen los ejércitos occidentales de intervenir y
traer la “paz” a la región.
El pueblo libio quiere ser independiente. Con o sin Gaddafi |
Según algunas agencias informativas, comandos extranjeros ya
podrían estar operando en Libia, aprovisionando a los rebeldes o provocando
sabotajes a las tropas del gobierno. Es obvio que el interés de occidente en
los recursos de Libia le va a llevar a intervenir de una forma u otra, a no ser
que ya lo este haciendo. Desde el punto de vista geoestratégico, Estados Unidos
no debería desaprovechar la oportunidad de imponer un estado militar en Libia
que privatice las reservas petroleras, y más aun, cuando el contexto regional
es de cambios, no estaría de mal algún cambio a peor, o al menos eso debe
pensar el pentágono.
Cada vez esta mas claro que los altos cargos militares
occidentales apuestan por la “zona de exclusión aérea”, según un ex alto cargo
del ejército español, se trataría de una “operación quirúrgica”, en la que habría
muertos. Sin duda esto es el principio de una invasión invisible, sin el
control de su propio espacio aéreo, Libia seria más vulnerable a una invasión
de comandos que decantarían la derrota del gobierno Libio y de la soberanía del
país. Por decirlo de otra forma, estaríamos ante otro Irak.
La violación del espacio aéreo (o del territorio nacional)
de un país solo se puede hacer si hay pruebas visibles y contundentes de un
genocidio o crímenes contra la humanidad. Sin embargo el caso de Libia, es bien
diferente de lo que pone sobre el papel. Como ocurrió con todas las “misiones
de paz” de la ONU o la OTAN, en vez de desarrollar una función humanitaria lo
que hacen es encender mas aun la inestabilidad de la región y destruir las
instituciones nacionales y crear un ambiente de guerra en cada barrio y disparar
la corrupción. Además de que en Libia las pruebas de “crímenes” son bastante
ambiguas, ya que es evidente que están politizadas, por no hablar del supuesto
“bloqueo informativo” inicial por parte del gobierno libio, el cual era
inexistente ya que numerosas agencias informativas de países como China,
Brasil, Venezuela o Rusia, entre muchos otros. Lo que da que pensar que el apagón
informativo fue a propósito por parte de las agencias occidentales para poder exagerar
las cifras de muertos y para poder decir mentiras tan gordas como que los rebeldes libios están pidiendo a los gobiernos occidentales que intervengan para detener la masacre (...).
Por ello las autoridades libias no dejaban de repetir que
los medios occidentales estaban haciendo una lectura oportunista de los hechos acaecidos
en el país norteafricano.
Los Irakies antes de la guerra tenian el nivel de vida mas alto de todo oriente medio. |
Pase lo que pase en Libia, no corresponde a los demócratas
de occidente meter sus narices en el asunto. Si quieren salvar vidas que se
vallan a Haití o Liberia, pero que no hablen de libertades con las manos
manchadas de sangre.
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