No viene ninguna derecha, lo que viene es el FMI |
El 22 de mayo fue patente el “batacazo” del PSOE, esto junto
con la incapacidad del PP de superar los 9 millones de votos (8.474.031). El proyecto de
la oligarquía esta perdiendo su base, que es el control de la política por
medio de los partidos mayoritarios, ya que estos se muestran incapaces de
ganarse la confianza de los votantes. El rechazo de la ciudadanía crece sin
pausa, dado que esta partitocracia ha entrado en un punto de inflexión, en el
que no es capaz de mantener unas expectativas mínimas de soberanía popular al
mismo tiempo que satisface el hambre depredadora de los grandes poderes
económicos. Conforme la oligarquía aumenta sus necesidades, estrecha el cerco y
las clases bajas son exprimidas con mayor fuerza. Los partidos políticos
mayoritarios, como herramientas de esta clase dominante, no son capaces de
generar un pretexto que justifique semejante situación. Y esta es la causa por
la que la mayoría de los jóvenes (y no tan jóvenes) de toda España han salido a
la calle en busca de respuestas a la actual situación.
La situación económica inducida desde los grandes centros de poder, ha
generado una crisis política que, de seguir la misma progresión, supondrá la
generación de un clima de opinión por parte de la población acerca del propio
sistema político en España, y esto supone una amenaza importante para el
gobierno de la oligarquía nacional y, por ende, la oligarquía europea.
La clase política, como portavoces de la oligarquía, y la misma oligarquía
reitera la necesidad de “liquidar el calendario de reformas”, como la de las
pensiones, la laboral, la del sistema financiero (cajas), entre otras. Según
ellos, estas reformas van a sentar las bases de un crecimiento sólido y
sostenido, pero la realidad es radicalmente opuesta, el objetivo de estas
reformas es que el contribuyente ponga de su bolsillo el dinero que la banca
española debe a sus acreedores, es decir la “reducción del déficit”. Este dato
cada vez es mas conocido por el conjunto de la sociedad generando un amplio
escepticismo hacia esta –como bien reflejan las encuestas-, y esto destruye por
completo los argumentos de la clase política subordinada a la oligarquía. Para
la oligarquía es un serio problema, por ello insisten en que se tienen que acometer
“con diligencia y urgencia”.
Los actores políticos, Zapatero, Rajoy, entre otros están dispuestos a
aplicar estas políticas a pesar del suicidio político que suponen. No les
importa el coste, nunca les importo lo más mínimo ir de espaldas al pueblo y
llamarse demócratas. Por ello, aquellos que pueden sentir las cadenas son
conscientes de que en el sistema capitalista, los periodos “democráticos” se
emparejan sistemáticamente con periodos “dictatoriales”. Ya que son útiles
cuando la oligarquía así lo ve conveniente. Para ellos, siempre que el pueblo
se encuentre “gobernable” es más conveniente disfrazar su poder de
“democrático”. Por eso Durao Barroso dijo que las políticas neoliberales se
aplicarían “por activa o por pasiva”, en referencia al método de la “bota
militar”. El capitalismo cava incesantemente la tumba de la democracia
burguesa, mientras desentierra al fascismo, y viceversa.
Es muy probable que Ángela Merkel ordene a zapatero que convoque
elecciones anticipadas, para que el Partido Popular asuma parte del coste
político que las reformas antipopulares van a provocar en vista de la ventaja
que ha conseguido frente al Partido Socialista Obrero Español. Esta posibilidad
es muy real, ya que el lunes los dos principales diarios, otra herramienta en
manos de la oligarquía, apuntaron que en noviembre podría producirse. Al mismo
tiempo, los mensajes desde representantes del mundo económico y político
coinciden en que “el interés nacional debe anteponerse al interés partidista”,
es decir, las reformas tienen que hacerse, y a la oligarquía le da igual quien
las ejecute aunque, para ellos, desde un punto de vista estratégico seria
preferible que este ejecutor fuera el Partido Popular. Para que el equilibrio
de fuerzas burguesas, no quiebre. Porque si el PSOE sigue en el poder y acomete
todo el paquete de reformas, no le votaran ni sus propias bases. Y por tanto
seguirá hundiéndose, y el bipartidismo caerá con el.
"Grecia arde" |
En vista de los recientes hechos en Grecia, esta teoría toma mas fuerza. El
primer ministro heleno Georgios Papandreu, ha propuesto presentar su dimisión
para formar un gobierno de unidad nacional a cambio de que se lleve a cabo el
paquete de ajuste del Fondo Monetario Internacional. Esta decisión
evidentemente no la ha tomado el primer ministro por su propio pie, es una
ordenanza desde las esferas europeas, en vista del amplio rechazo de la población.
Esto es el penúltimo recurso que tiene la oligarquía para imponer sus planes,
que consiste en unir a todos los actores políticos para que unifiquen sus objetivos
en detrimento del interés general. El poder se quita la mascara desvelando su
naturaleza dictatorial y esta es la antesala del fascismo. Las respectivas
oligarquías nacionales europeas están, a su vez, subordinadas al dictado de la Unión Europea, es decir
Alemania y Francia.
Sin embargo el principal partido de la oposición griega, no acepta la
cabeza de Papandreu y, es más, quiere renegociar el rescate, desafiando así a
la todopoderosa oligarquía centroeuropea. Mientras el país afronta la tercera
huelga general en lo que va de año, además de las concentraciones de los “indignados”
griegos. La crisis griega no va a tener un final sin que el mar egeo se tiña de
rojo.
Ofrece su cabeza a la oposición, por los bancos alemanes |
El estado español, al igual que Grecia, Portugal e Irlanda. Afronta el
mismo tipo de crisis inducida. En primer lugar económica, después social y por último
política. Grecia es un caso avanzado y también de forma mas profunda. El caso
de España es el mismo, no ha sido rescatada porque la suma del montante para el
rescate Español hubiera supuesto una quiebra virtual para las cuentas del Euro.
Sin embargo los recortes y ajustes se están haciendo a golpe de teléfono y de
visitas de la “suegra” Merkel. Además, el “rescate” se realizo con la inyección
de más de 50.000 millones (oficialmente) de euros de dinero publico a los
bancos. Así que en realidad, estamos en la misma situación que Grecia,
simplemente en su caso particular la “enfermedad” es más avanzada, en el caso
de España, solo esta en gestación. Por decirlo de otra forma, “lo peor esta por
llegar”. España no puede entrar en quiebra o, mejor dicho, no debe. El volumen
de la economía española es mas grande que Irlanda, Portugal y Grecia juntos, y
la oligarquía europea lo sabe. La quiebra del estado español supone la muerte
del proyecto oligárquico de la burocracia europea. Por eso ejercen un control
tan estricto sobre la clase política española, porque quieren que sus mandatos
sean ejecutados al pie de la letra, sin variar ni un ápice.
Son tantos los intereses de la oligarquía europea en el estado español
que no dudaran en tomar las medidas que sean necesarias para que el paquete de
reformas y la gobernanza económica se cumpla a rajatabla. Es por esto que el
adelanto electoral es muy posible, en vista de la sangría política que supone
para el poder ejecutivo aplicar la agenda europea. Por ello, si el Partido
Popular asumiera parte del coste político que suponen las reformas, la balanza
del bipartidismo podría aguantar un tiempo aun mayor, siempre y cuando, el
pueblo no se remueva lo suficiente como para amenazar la agenda de Merkel. En
ese caso saldrían los tanques a la calle.
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