"La información ha sido siempre un arma de poder. Controlar la información es controlar lo que la gente conoce y, por lo tanto, condicionar su visión de la realidad y, con ella, sus acciones"

martes, 10 de mayo de 2011

¿Elecciones, para qué?


Hace ya unos días que empezó la campaña electoral y como siempre el bipartidismo más vomitivo acapara todos los focos. Todos los espacios de nuestra vida son ocupados por estos payasos que quieren convencernos de que sus mentiras son mejores que las del otro. Sin embargo esta competencia –que a veces parece tan feroz- en realidad no es más que una convivencia deseada. El Partido Popular y el Partido Socialista se quieren mucho, a pesar de sus intercambios constantes de insultos y descalificaciones. Por ello aprobaron una ley electoral en la cual los partidos mayoritarios se aseguran la permanencia en la vida política. Mientras que por otro lado, los partidos minoritarios ven reducidas sus oportunidades, por un lado para proyectar su mensaje en los medios y por otro lado reduciendo el valor de los votos que a estos van dirigidos, de forma que se enfatiza el “voto útil”, a favor de la “partitocracia” del PPSOE, y en detrimento de la democracia.
Efectos de la actual ley electoral

A efectos prácticos, esta ley beneficia, principalmente, a los partidos mayoritarios –PP y PSOE- y a los nacionalistas. Por ejemplo, UPyD consiguió 200 votos mas que el PNV, no obstante, el PNV tiene seis escaños, mientras que el UPyD logro uno (…). Algo similar ocurre con Izquierda Unida.

Prima el voto en las poblaciones menos pobladas, que obviamente son más conservadoras, además de estar completamente absorbidas por el monopolio de los partidos mayoritarios, que tienen más recursos para masificar su campaña. Izquierda Unida –por ejemplo- el escaño que aun conserva, le ha costado medio millón de votos, mientras que al Partido Popular y al Partido Socialista un escaño le cuesta 65.000 votos (de media). Por lo que partidos como Izquierda Unida deberían tener mas representación en el congreso. De hecho, en particular a Izquierda Unida le corresponderían 14 escaños, mientras que los partidos mayoritarios tendrían muchos menos (de los actuales).

Estos datos son de las pasadas elecciones: para que el PSOE lograra un escaño necesitó 66.801 votos; el PP 66.740; Izquierda Unida 484.973 y UPyD 303.535 sufragios. Es injusta la actual correlación de fuerzas. En lo que respecta a los medios también hay restricciones. Por ejemplo, tienen que entrevistar a los candidatos que los partidos elijan y no los que los periodistas deseen. Por otra aparte la ley recoge que: “durante el período electoral las emisoras de titularidad privada deberán respetar los principios de proporcionalidad y neutralidad informativa en los debates y entrevistas electorales así como en la información relativa a la campaña electoral”. La proporcionalidad, se traduce en monopolio absoluto de los partidos mayoritarios nuevamente -Aunque las cadenas privadas poco o nada pueden interesarse en que la política de este país cambie-.

Resulta que hay una barrera que no especifica la ley, que es –como no- la barrera económica. Mientras que los partidos mayoritarios, utilizan dinero público, o bien prestamos de los bancos para hacer un despliegue de medios de proporciones bíblicas; Empapelan ciudades, contratan empresas de marketing para ver de qué forma engañan mejor a la población. Los partidos minoritarios tienen que romperse los cuernos aprovechando los pocos espacios que les tocan en los paneles electorales –aunque a veces no les toca ningún espacio-, y utilizando los recursos de sus militantes y afiliados que, en muchas ocasiones no es suficiente para llegar a todos los rincones de España, donde, sin duda, el autobús del Partido Popular o el del Partido Socialista si que llega.

Y uno que se para a mirar los carteles y el mobiliario urbano que ha sido redecorado con las consignas y las caras de estos actores que simulan preocuparse por las legitimas demandas de su pueblo, puede leer estupideces que no conducen a ninguna parte como por ejemplo “para que gane tu ciudad”, “la fuerza de un voto”, “protagoniza el cambio”, “fíate de mi”. En resumen, mensajes que no pretenden informar, si no todo lo contrario desinformar. Pretenden que los ciudadanos votemos en función de si un eslogan tiene mas gancho o es mas original, o si la cara de este candidato me inspira mas o menos confianza, o si es mas feo o fea (…). Suprimir por completo el debate ideológico u omitir las diferentes propuestas. Porque, a decir verdad, nadie o casi nadie conocen las propuestas de los candidatos bipartidistas para sus respectivas localidades -Tampoco interesa-. 
¿Por qué la gente se desmarca de la política? Aqui tienes la respuesta.
Hay personas que dicen que la gente piensa que la política se ha degradado porque la gente “pasa hasta el culo” de ella. Y que, por así decirlo, los partidos mayoritarios se frotan las manos con esto y así pueden simplificar su campaña. Es decir, que los partidos mayoritarios se aprovechan de que la gente no le importe la política o no se implique en ella. Pero creo que esa forma de pensar es errónea. En primer lugar, son los partidos mayoritarios los que han degradado la política apartándose del pueblo llano y transformándose en una clase social distinta y enfrentada al pueblo, aplicando recortes de todo tipo, mintiendo a cerca de sus propuestas, metiendo la mano en las arcas del estado, burlándose de nosotros al aceptar trabajos en empresas privadas como asesores y tratándonos de imbéciles al hacernos pagar una crisis que genero la banca y la oligarquía financiera. En segundo lugar estos dos partidos políticos son los responsables de la ausencia de medios de información críticos con la realidad política, porque es evidente el consenso mediático que existe en España –que es por así decirlo como una simbiosis entre los medios de comunicación y los partidos políticos-. ¿Como va a participar la ciudadanía en la política si los medios disuaden en todo momento al ciudadano de la misma?, por medio de “tertulias” en las que sus participantes están todos de acuerdo con el punto de vista de los partidos mayoritarios, esto da la sensación al ciudadano de que “todo esta dicho”. Además del bombardeo –ya sea campaña electoral o no- de declaraciones constantes de los líderes mayoritarios en las que se insultan mutuamente y se recriminan todo lo posible. El ciudadano de a pie, ve la política como algo vomitivo e indigno. Y luego, por medio de programación basura –muy abundante en nuestra televisión- los medios absorben las pocas neuronas que le quedan al ciudadano.

En definitiva, la sociedad esta construida de forma que la política sea rechazada de plano –y de hecho es lo que “casualmente” sucede en las encuestas-, aunque por otra parte, la única política visible sea la que beneficia a los partidos mayoritarios. Todo esto unido genera una serie de prejuicios e ideas que conforman el panorama socio-político en España. Y la inmensa culpa no la tiene la gente, si no los medios de comunicación y los partidos mayoritarios, que han trabajado años y años en destruir la democracia y construir una partitocracia persiguiendo el modelo europeo y norteamericano.

La "partitocracia", NO LES VOTES.

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